Este docente, además es autor de diversos textos sobre Historia Contemporánea y sobre la didáctica de la Historia; es licenciado en Antropología Social y Cultural, licenciado en Historia, y Técnico Superior en Educación Infantil. El proyecto premiado en la modalidad de 'Mejora del éxito escolar' lleva por título 'La docencia compartida en el IES Albalat'
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Ramón González. (Cedida)
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Pregunta.- El IES Albalat tiene instaurada en el centro, desde hace ya seis cursos, la docencia compartida, ¿nos puede explicar en qué consiste esta metodología educativa?
Respuesta.- En el IES Albalat entendemos por docencia compartida la que se realiza de forma conjunta, equitativa y planificada por dos o más docentes en un espacio educativo, que permite el intercambio de experiencia pedagógica y el desarrollo de un verdadero currículo integrado por competencias.
P.- El Ministerio de Educación y Formación Profesional ha otorgado a su centro el premio nacional de Buenas Prácticas Educativas en la modalidad de ‘Mejora del éxito escolar’ al proyecto ‘La docencia compartida en el IES Albalat’, ¿en qué consistía este proyecto?
R.- El proyecto que presentamos al Ministerio no es otra cosa que exponer, de forma organizada y bien documentada, lo que llevamos haciendo en nuestro IES desde hace seis cursos. Sistematizamos el proceso desde el inicio, desde la puesta en común de lo que nosotros hemos denominado 'intersecciones curriculares', a las distintas experiencias que hemos ido desarrollando a lo largo de estos años. Es muy importante documentar estos procesos, no solo por lo que tiene de registro evidencial, sino también por la capacidad de estímulo que puede generar en otros centros. Tenemos una página web, que actualizamos a final de cada curso, donde volcamos los proyectos de docencia compartida que consideramos más interesantes. Se puede acceder a través de nuestra página web.
P.- Además, este reconocimiento les convierte en un centro de referencia nacional, puesto que en España esta metodología no se conoce mucho y es más propia de países anglosajones, ¿no es cierto?
R.- Es así. Cuando comenzamos con el proyecto, en el equipo impulsor de la docencia compartida hubo una persona, en este caso Carolina Molina Fernández, la directora, que se encargó de revisar toda la bibliografía existente. En España, hasta hace unos años, apenas había práctica de coteaching, y quienes más las han analizado han sido investigadores catalanes como Teresa Huguet, Esther Miquel y David Durán. Actualmente, como el Ministerio de Educación ha incluido la docencia compartida como una de las 'actividades palanca' del Programa PROA+, cada vez hay más comunidades y más centros educativos que la están implementando. De hecho, estamos realizando formación con distintos centros de Aragón, Cantabria, Madrid y Andalucía. Estamos muy contentos, porque realizar formación es también una forma de reconocimiento.
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Proyecto de la guerra de los mundos de docencia compartida. (Cedida)
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P.- Se acaba de nombrar el 'equipo impulsor', ¿nos puede contar qué es? y ¿cómo se organizan dos docentes de la misma o, peor aún, de distintas materias, en el mismo espacio educativo, en la misma aula?
R.- El equipo impulsor es un engranaje clave en nuestro proyecto de docencia compartida. Se trata de un grupo de docentes, no solo con plantilla definitiva en el IES, también hay varios interinos, que canalizan o impulsan las propuestas de esta metodología. En la docencia compartida es casi más importante lo que no se ve que lo que se ve, es decir, para poder realizar cualquier experiencia de docencia compartida es fundamental la coordinación entre los docentes implicados, y para ellos resultan imprescindibles los tiempos de coordinación.
Nosotros hemos ido convirtiendo esos espacios informales de coordinación como recreos, pasillos…, en horas complementarias que aparecen recogidas, al menos, en el horario de los componentes del equipo impulsor del centro. En ese tiempo de coordinación los docentes concretan aspectos claves del proyecto: objetivos y competencias que se trabajan, saberes básicos, diseño de materiales, evaluación y temporalización. A partir de ahí, el desarrollo de la docencia compartida en las sesiones lectivas es lo más fácil. Siempre intentamos que haya un docente con más experiencia para dar esos primeros pasos en el aula, por eso la docencia compartida también nos permite incidir en el desarrollo profesional docente, se aprende mucho de otros y con otros compañeros o compañeras.
P.- Es interesante esa idea de que la docencia compartida no solo es inclusión para el alumnado, sino que revierte en la mejora docente, ¿podría concretarnos?
R.- A lo largo de este tiempo, nos hemos ido dando cuenta de que tan importante era el impacto como mecanismo de inclusión que tiene la docencia compartida, como su trascendencia en la profesión docente. A veces, los docentes nos sentimos muy solos en nuestras aulas y compartir varias sesiones lectivas con un compañero y observar de forma directa cómo se desenvuelven otros refuerza nuestras competencias. Solo se necesita una cosa: ser generoso para compartir aprendizajes y experiencias. Quien empieza en un proyecto de docencia compartida no suele quedarse en una sola experiencia, si cuenta con la infraestructura necesaria.
P.- Está bien que hable de infraestructura, porque ¿qué es lo que realmente se necesita para poder realizar docencia compartida?
R.- En primer lugar, es imprescindible tener ganas y curiosidad, sentir que tener las puertas abiertas del aula es una oportunidad no solo para el alumnado, sino también para el propio docente. Es necesario también contar con el apoyo de un equipo directivo implicado, que ve, más allá del esfuerzo organizativo que supone, las ventajas pedagógicas y profesionales de este tipo de propuestas. La docencia compartida se puede realizar en cualquier espacio educativo, nosotros, a veces, estamos en los pasillos y vestíbulos del IES, y hay que propiciar, mediante una concepción más flexible del horario, la posibilidad de la coincidencia. ¿Por qué los centros educativos no podemos flexibilizar el horario lectivo y, por ejemplo, que coincidan un profesor de Física y Química con una profesora de Lengua durante dos horas, cuando no hay ningún problema para hacerlo con las actividades complementarias y extraescolares?
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Reunión del equipo impulsor. (Cedida)
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P.- ¿Cómo evalúan la puesta en práctica de las actividades y la propia co-docencia?
R.- La evaluación de todo el proceso de docencia compartida está íntimamente ligada a la propia práctica. Por la forma en que se planifican las sesiones, y también por el empleo de metodologías activas en su desarrollo, los docentes participantes están evaluando, mediante distintas herramientas al alumnado, en todo momento y, en todo momento, están proporcionando feedback a nuestro alumnado.
Pero, además, tenemos muy claro que los docentes tienen que evaluar su práctica también, y por eso tenemos creadas listas de cotejo y rúbricas que empleamos para que los docentes puedan ir observando y analizando el proceso. Y cuando las cosas no están bien, se corrigen. Lo bueno de que haya al menos dos docentes es que siempre hay, al menos, dos puntos de vista. Al finalizar el proyecto de docencia docente también se valora en las reuniones del equipo impulsor.
P.- ¿Qué es lo que más destacaría de la co-docencia y cuáles son sus ventajas?
R.- La docencia compartida ha supuesto reforzar nuestra apuesta por la inclusión, que en nuestro centro no se queda solo en palabras. En el momento en que decidimos comenzar con este proyecto, acordamos, en claustro, que los profesores de apoyo (PT y AL) tenían que estar todo su horario en el aula. La co-docencia de apoyo refuerza el camino hacia la docencia compartida, porque nuestro alumnado está muy acostumbrado a ver a dos o más docentes trabajando juntos.
P.- Recientemente han tenido la visita de profesores investigadores de modelos de co-docencia como estrategia de inclusión y desarrollo docente, procedentes de las Universidades del País Vasco, Málaga, Complutense y la Universitat de Barcelona en su centro para coger ideas y compartir experiencias que van a trasladarse en la publicación de una guía, cuéntenos…, ¿cómo ha sido la experiencia y qué impresión se han llevado estos investigadores?
R.- Pues ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de este curso. Acudieron al centro Manuel Álvaro Dueñas y Marta Sandoval y entrevistaron a varios de los docentes que han participado en experiencias de docencia compartida. Estuvieron toda una mañana escuchándonos y compartiendo impresiones, y el hecho de que ellos tengan una visión general de cómo se está haciendo en otros centros de España, y que dos personas con su bagaje pedagógico destaquen la sistematización organizativa que nosotros tenemos en el proyecto, nos llena de orgullo.
P.- La Consejería de Educación y Empleo publicó una Instrucción en octubre del año pasado del programa Conecta-2: refuerzo educativo desde la co-docencia’, con el que vosotros estáis muy vinculados…
R.- Sí, porque también ha sido un orgullo que la Consejería de Educación pensara en nosotros. Nuestra experiencia se expuso como modelo de buenas prácticas en las Jornadas PROA+ del Ministerio de Educación, que tuvieron lugar en noviembre en Santander, y después de eso diseñamos el curso sobre docencia compartida que han realizado todos los docentes de Extremadura que han participado en el programa Conecta-2. A menudo contamos a los compañeros participantes en el programa Muévete cómo nos organizamos, y servir de estímulo a otros docentes extremeños es muy bonito, porque decimos siempre en nuestras redes sociales, con un hashtag que empleamos a menudo: #CompartirEsDeListos.