Ana María Beltrán y Sonia Trenado son dos maestras de Educación Primaria del CEIP José Rodríguez Cruz, de Villafranca de los Barros, que han llevado a cabo su primera movilidad de un proyecto Erasmus +, que ha tenido lugar durante una semana en la ciudad chipriota de Nicosia.
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Sonia y Anaomentario aquí
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Pregunta.- Durante una semana han estado realizando su primera experiencia de movilidad europea en Chipre, ¿pueden contar cómo ha sido y en qué ha consistido?
Respuesta.- Ha sido una maravillosa experiencia que nos ha marcado, tanto a nivel personal como profesional. Ha consistido en un Job Shadowing, en la ciudad de Nicosia, Chipre. En nuestro diario, que se puede consultar tanto en la web del centro como en el blog http://peuropeosrodriguezcruz.blogspot.com/, están recogidas todas las actividades que hemos ido realizando en nuestro día a día en esta movilidad.
P.- La movilidad Erasmus+ que han llevado a cabo desde su centro es un Job Shadowing, ¿qué significa y cuáles son sus objetivos?
R.- Sí, la movilidad que hemos realizado ha consistido en un Job Shadowing (aprendizaje por observación). Las observaciones se han realizado con el alumnado de Primaria de 3º a 6º, aunque también hemos conocido al alumnado de Educación Infantil y 1º y 2º de Primaria que se encontraba en otros edificios dentro del recinto escolar.
Los ejes de actuación de nuestro proyecto Erasmus+ son variados pero, concretamente, en esta observación, se han priorizado los objetivos potenciar el sentimiento de identidad europeo, integración del alumnado desfavorecido o en riesgo de exclusión social, y mejora de la competencia lingüística (inglés).
P.- ¿Qué otros países son sus socios en este proyecto europeo y qué actividades hann desarrollado hasta ahora y van a desarrollar, cómo lo han enfocado?
R.- En nuestro caso coincidimos con una compañera, Daniela y su marido Pedro, ambos portugueses, con un proyecto Erasmus de las mismas características que el nuestro, desarrollado en el mismo período y mismo centro. Desde nuestro centro se han realizado actividades de enseñanza en Alemania por parte de nuestro compañero Diego Alías, así como observación en Croacia de nuestra compañera Inma Lorenzo y dos cursos en Bélgica por parte de los compañeros Jorge Holguín e Inma Lorenzo.
Nuestro centro cuenta con una acreditación 2022-2027 en el que no hay un grupo cerrado de socios, sino que tú puedes trabajar con los países que tú elijas y para los que estamos acreditados sin necesidad de solicitar ningún proyecto. De cara al curso próximo 2023/2024 es nuestro deseo retomar las movilidades con el alumnado tras el paréntesis de la pandemia, para lo cual hemos solicitado un total de 15 movilidades que, muy probablemente, darán a nuestro alumnado la oportunidad de viajar a la ciudad rumana de Oradea.
P.- Parece que al hablar de Chipre se trata de un lugar remoto y desconocido, ¿qué nos iguala y acerca y qué nos diferencia, en materia educativa, de este país?
R.- Nos iguala a ellos que ambos tenemos una cultura mediterránea, aunque con una pequeña diferencia horaria en los horarios escolares, puesto que ellos entran y salen antes, además que cuentan con tres periodos de recreo.
El sistema educativo es similar al nuestro, utilizando tanto libros de texto, trabajo por proyectos, medios tecnológicos, etc.
En cuanto a cosas diferentes observadas, es que en Educación Infantil la escolarización de 3 y 4 años se hace en centros privados, es en 5 años cuando se incorporan al sistema educativo regularizado. Además, tienen inspectores específicos por cada área, que los visitan regularmente para ayudarlos y orientarlos en su tarea diaria, concretamente tuvimos la suerte de conocer a la inspectora de inglés y presenciar una clase junto a su equipo.
P.- ¿Cómo es la metodología que emplean en este país?
R.- Teniendo en cuenta que nuestros socios chipriotas prepararon concienzudamente nuestra visita (una compañera nos comentó que llevaban dos meses con los preparativos) pudimos vivenciar su mejor versión.
Las metodologías empleadas en las actividades observadas eran dinámicas, lúdicas, eminentemente prácticas, constructivas…destacan, entre otras, las Olimpiadas de la Ciencia, talleres de cocina; utilización de metodologías activas y medios tecnológicos en áreas como arte, literatura, matemáticas… Clases a través del juego en el área de inglés. Actividades de la vida diaria y metodologías funcionales para alumnos TEA (Trastorno del Espectro Autista) y con dificultades de aprendizaje.
P.- No es la primera vez que vuestro centro lleva a cabo un proyecto con Chipre, ¿no?
R.- No, aunque con este centro en concreto no se había trabajado anteriormente. En el curso 2014/2015 y 2015/2016 se realizaron actividades de observación en Germasogeia y de enseñanza en Limasol, respectivamente. Posteriormente, también tuvimos la oportunidad de colaborar con el centro de Germasogeia en un KA229, del 2015 al 2018, junto a otros centros italianos, turcos y polacos. En este último proyecto, que llevaba por título 'Play with me and teach me', se realizaron movilidades con alumnos y alumnas. El principal impulsor de todas estas colaboraciones ha sido nuestro socio y amigo Constantinos Constantinou.
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LAs dos docentes junto al resto de profesores del centro educativo de Nicosia. (Cedida)
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En Chipre, los docentes tienen la obligación de cambiar de centro cada seis años, a no ser que ellos elijan hacerlo antes, por lo que esto facilita seguir viviendo nuevas experiencias en diferentes entornos y situaciones con ellos.
P.- ¿Cómo han preparado su primera movilidad?
R.- Nuestra primera movilidad surge tras las propuestas realizadas en nuestro grupo de trabajo Erasmus. Una vez decidido que viajábamos las dos juntas y confirmamos el destino, comenzamos las gestiones con ayuda de nuestro coordinador Diego Alías, quien facilitó tanto el contacto con Constantinos (nuestro coordinador en Chipre) como el día a día de todo lo necesario: hoteles, vuelos, documentación, informes… y un sin fín más de temas que conllevan tener controlado, cien por cien, este plan de trabajo.
P.- ¿Cómo ha sido su estancia allí en esta isla y su participación?
R.- Nuestra estancia ha sido muy agradable. Nos hospedamos en un hotel, recomendado por nuestros compañeros en Chipre, en el centro de la ciudad, que nos permitía poder visitarla en horario no lectivo y palpar el ambiente chipriota. Además, aunque el centro estaba a unos veinte minutos y solíamos tener hora punta para llegar, contábamos con la suerte de ir con nuestros compañeros lusos en su coche particular.
Los chipriotas son personas muy hospitalarias y nos acogieron desde el primer momento con una agradable bienvenida en la que estuvieron presentes todo el alumnado y profesorado del centro. Compartimos con ellos, no sólo actividades lectivas en horario de trabajo, sino a nivel extraescolar comidas, cenas, café, viajes culturales… En definitiva, nos han hecho partícipes, en todo momento, de todas las actividades propuestas y nos han hecho sentir como una más de ellos.
P.- En cuanto al tema lingüístico, ¿cómo han llevado la comunicación y el aprendizaje de conocimientos?
R.- Hemos sido conscientes en todo momento de la importancia de conocer y dominar la lengua extranjera, en este caso, el inglés.
El poder comunicarte hace que puedas interactuar en diversas situaciones y con distintas personas, no sólo del país al que vas, sino también de otros países. Te abre las puertas a nuevos mundos por descubrir, en el que se abre tu mente a lo nuevo y se valora aún más lo que tenemos.
P.- ¿Cuál es vuestra valoración acerca de esta experiencia?
R.- Valoración muy positiva por lo aprendido, por cómo nos han tratado, por lo que hemos conocido, por comprobar que, a pesar de estar a miles de kilómetros, nuestra cultura es parecida…
Esta experiencia europea nos ha permitido vencer el miedo a lo desconocido y ha supuesto el impulso necesario para embarcarnos en nuevas aventuras de aprendizaje europeas al más puro estilo ERASMUS.