Varios grupos de docentes y alumnado procedentes de Dinamarca, Eslovenia, España, Italia y Lituania han llevado a cabo la última actividad transnacional del proyecto Erasmus+ KA229 ‘YEAH! You(th) Enjoy To Be Active and Healthy’ en la localidad italiana de Manerbio, sobre el impacto y la importancia de las elecciones alimenticias saludables y sostenibles.
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Alumnado participante en el proyecto ERasmus+. (Cedida)
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Las actividades del programa les ha proporcionado “una variedad de aprendizajes prácticos y teóricos. Los participantes recibimos una emotiva bienvenida oficial en la escuela de Secundaria, seguida de una presentación sobre retos de alimentación saludable. Estos se iniciaron en los meses previos a la semana de intercambio. Cada estudiante, con el apoyo de sus familias, enfrentó estos desafíos y las conclusiones reflejan un aprendizaje común: la importancia de la alimentación saludable y la autoconciencia sobre los hábitos alimentarios”, ha señalado el director del centro educativo emeritense, Juan Antonio Rincón Carballo .
Rincón destaca una excursión a Milán donde visitaron el Museo de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci y la Piazza del Duomo, entre otros atractivos culturales.
Asimismo, en la localidad de Offlaga, donde han participado en un taller organizado por el movimiento internacional Slow Food, y en el que han aprendido sobre los principios fundamentales de la alimentación consciente y la importancia del desayuno en una dieta equilibrada.
La exploración culinaria continuó con una visita a la bodega ‘Perla del Garda’, donde los estudiantes y profesores comprobaron cómo se lleva a cabo la producción de vino y, posteriormente, realizaron un paseo junto al lago en Sirmione y una visita guiada a la Grotte di Catullo.
El programa concluyó con una ceremonia de clausura en el ‘Teatro Bortolozzi’, en Manerbio, marcando el fin de una semana educativa y culturalmente rica.
“Esta experiencia ha reforzado la importancia de inculcar una alimentación saludable y una conciencia ambiental en nuestras escuelas. Esta semana de inmersión ha demostrado que la educación y la gastronomía pueden combinarse para inspirar un cambio positivo y duradero en nuestros hábitos alimenticios”, ha destacado el coordinador de la actividad, Juan Antonio Rincón Carballo.