La Gaceta (Entrevistas): “Ser directora del CEIP Manuel Pacheco, de Badajoz, me ha permitido cumplir mi sueño de innovar en la educación de nuestros niños y niñas”


ENTREVISTA A: Maribel Rodríguez Tejada, directora del CEIP Manuel Pacheco, de Badajoz

“Ser directora del CEIP Manuel Pacheco, de Badajoz, me ha permitido cumplir mi sueño de innovar en la educación de nuestros niños y niñas”

Maribel Rodríguez Tejada se jubila en la enseñanza reglada, pero “es imposible alejarme del mundo de la educación porque la educación está en la vida diaria” y por eso continuará colaborando en “proyectos en los que la cultura, la educación y la inclusión permitan mejoras sociales en la ciudadanía más desfavorecida”

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30/05/2023 | L.L.Santos

Mujer vitalista, comprometida en la lucha por la igualdad, la inclusión y la mejora de las condiciones de vida de los más necesitados, esta Maestra, con mayúsculas, que no pudo estudiar Bellas Artes como era su vocación, encontró en la educación la forma de “ser más útil a la sociedad”. Llegó al colegio de la barriada pacense de Suerte de Saavedra hace 26 años, pensando que no estaría más de cinco, pero la comunidad educativa de un centro, ubicado en un entorno de exclusión social, la cautivó y decidió quedarse consiguiendo, a través del arte y la innovación educativa, “generar grandes cambios en el centro y su entorno”. “La educación, en un entrono de exclusión social, se vuelve más imprescindible para prevenir su marginación”, reflexiona Maribel Rodríguez en esta entrevista en la que cuenta su experiencia docente.

Maribel Rodríguez durante una de las acciones organizadas en el colegio en defensa de la igualdad entre hombres y mujeres. (Cedida)

PREGUNTA. - Con este curso 2022-23 finaliza su vida profesional, se jubilas en el centro en el que ha ejercido más tiempo su profesión docente. ¿Qué está sintiendo ante este inminente adiós? ¿Será capaz de alejarse del todo del mundo de la educación?

RESPUESTA. - Para mí es imposible alejarme del mundo de la educación, porque la educación está en la vida diaria, cada día aprendemos cosas nuevas, no existe sólo la enseñanza reglada.

Me despido del colegio Manuel Pacheco con el convencimiento de que el centro va a continuar consiguiendo grandes resultados, guiado con gran entusiasmo por el nuevo equipo directivo, en colaboración con el claustro de docentes. Yo llevaré siempre conmigo, en mi corazón y pensamiento, a la comunidad educativa del CEIP Manuel Pacheco.

Ha llegado el momento de dejar la enseñanza reglada, con currículo marcado, pero espero poder iniciar una nueva andadura de enseñanza no reglada, más transversal, intergeneracional, cultural y, sobre todo, social, inclusiva y diversa.

P.- Háblenos de sus inicios en el mundo de la educación y de las influencias que han marcado su labor docente y como directora en el CEIP Manuel Pacheco.

R.- Me inicié en el mundo de la enseñanza con dieciocho años, cuando creamos una asociación de ‘Enseñanza en libertad basada en la Escuela de Smmerhill’, dando a elegir a los niños y niñas entre hacer teatro, modelado en barro o dibujo y pintura. Estábamos convencidos de la importancia de motivar hacia la creación, de fomentar la imaginación. Desde ese momento comencé a crear conciencia de la necesidad de un cambio en la educación.

Para la puesta en marcha aquel proyecto solicitamos a la Diputación Provincial de Badajoz un local. Al diputado de Cultura y pintor, Francisco Pedraja, le gustó mucho la ilusión que teníamos y nos cedió un amplio salón en el antiguo Seminario de San Atón, claustro de un edificio singular y maravilloso, con columnas, ventanales, patio… donde pudimos impartir actividades para el fomento de la creatividad. Aquella fue una actividad pionera en Extremadura y algunos de esos primeros niños son hoy artistas reconocidos como Alejandra Valero, José Luis Hinchado, Oscar Alonso o Ana Baigorri.

Dada la repercusión de aquel trabajo, algunos colegios de la ciudad de Badajoz, como fueron los CEIP Guadiana, Luis de Morales o Juventud, nos solicitaron estas actividades culturales por las tardes, al considerar que era interesante para su alumnado el aportar otro tipo de educación complementaria que priorizaba la espontaneidad y los animaba a crear todo lo que su imaginación les pueda sugerir. Con estas actividades complementarias se daba respuesta a la falta de actividades artísticas y culturales para la infancia.

Yo llevaré siempre conmigo, en mi corazón y pensamiento, a la comunidad educativa del CEIP Manuel Pacheco

Más tarde, en los veranos de 1980 a 1988 iniciamos ‘Huertas taller’ en las instalaciones que nos dejó la Delegación provincial de Badajoz: los centros escuelas abandonadas en las Casas Aisladas de Valdebótoa, el centro San Juan Bautista, el Colegio Residencia de Educación Especial Los Ángeles, el Centro Agrónomo de Granja Escuela de Bótoa… La prioridad era acercar a los niños y niñas a la naturaleza y la ecología, a las raíces tradicionales y, al mismo tiempo, desarrollar sus potenciales creativos descubriendo la cultura (teatro, marionetas, dibujo, telares…), cuidando la educación corporal y emocional (yoga, ejercicio físico, paseos, observación para el cuidado y respeto de la naturaleza y alimentación saludable, volviendo a las tradiciones para alimentos más integrales y naturales).

Al mismo tiempo, en 1983, iniciamos un nuevo proyecto de emprendimiento e innovación. Junto a compañeras de la carrera abrimos el Centro Educativo de Educación Infantil BUHO. Nuestro objetivo era priorizar, en la formación de los más pequeños, las experiencias de socialización basada en la creatividad y observación de la naturaleza.

Este centro, que actualmente continúa su labor educativa, ha sido un referente en la ciudad, pues ha aportado maneras de hacer diferentes en la educación del alumnado de cero a cinco años, en un entorno natural, con huerto, granja de gallina y conejos, talleres creativos, etc.

Ya en el CEIP Manuel Pacheco, donde he trabajado 26 años, mis vivencias han sido muy enriquecedoras. Como maestra y como persona, he aprendido y disfrutado mucho de esta Comunidad Educativa, y del Barrio de Suerte de Saavedra.
En el CEIP Manuel Pacheco, donde he trabajado 26 años, mis vivencias han sido muy enriquecedoras. Como maestra y como persona, he aprendido y disfrutado mucho de esta Comunidad Educativa, y del Barrio de Suerte de Saavedra

Mis primeros años, como tutora en Educación Infantil, me han proporcionado experiencias muy agradables con mis niños y niñas, a los cuales he visto crecer y volver al colegio como padres y madres a traer a sus hijos e hijas.

Después, los años de directora me han servido para desarrollar metodologías activas y motivadoras para nuestro alumnado, a nivel curricular y también de forma transversal. De estos años en la dirección del colegio destaco de manera especial la implementación de los proyectos Erasmus+ que nos han permitido trabajar con otros centros europeos de Bulgaria, Francia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Polonia, Portugal, Rumanía, Turquía… intercambiando experiencias y formas de hacer.

También hemos conseguido mejoras en los edificios a nivel estructural, como la instalación de la cocina, la ampliación del comedor, la edificación del gimnasio y pista deportiva, la creación de la Biblioteca Escolar, la adecuación del Aula MUS-E, la creación de RadioEdu y la construcción de las aulas para los escolares de uno y dos años. A estas actuaciones se sumarán las que se realizarán este verano, consistentes en la instalación de la nueva caldera de calefacción y de un ascensor, el arreglo de los cuartos de baño del edificio principal, la construcción de un porche que posibilite reuniones con las familias, charlas, exposiciones y, especialmente, la apertura al barrio en relación con el Proceso Comunitario de Salud que se está desarrollando.

Maribel Rodriguez recibe al secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, durante una de sus visitas al colegio de Suerte de Saavedra. (La Gaceta)

P.- El CEIP Manuel Pacheco es un centro de Atención Educativa Preferente ¿Cómo es dirigir este tipo de centros?

R.- Para mí ha sido una experiencia maravillosa, he aprendido mucho, y tenido la oportunidad de conseguir muchas mejoras en la enseñanza para nuestros niños y niñas.

El ser directora durante estos quince años me ha permitido cumplir mi sueño de innovar, llegar a momentos y actuaciones que han tenido mucho que ver con el inspirador de mi actividad educativa Neill y su famosa escuela de Summerhill, a las afueras de Londres en los años 50. Considero que su libro me aportó un punto de vista radical hacia la verdadera educación progresista.

A corto plazo, cada curso escolar, de forma consensuada con el claustro de docentes, hemos ido instaurado nuevas formas de hacer, potenciado la inclusión y atención a diversidad, que nos han ayudado de forma significativa en la consecución de los resultados pedagógicos y mejora de la convivencia en el centro.

A largo plazo, con el paso de los años, hemos ido consiguiendo la inclusión social en nuestras aulas y asentando la igualdad de oportunidades. No ha sido fácil en un entorno en el que la educación no es lo más importante para nuestras familias, preocupadas por el sobrevivir diario. Creo que, aunque los resultados curriculares no son todo lo buenos que querríamos, si hemos alcanzado buenos resultados consiguiendo que sean buenas personas, que se respeten a sí mismos, que se valoren, que se sientan protagonistas en todo momento, que hablen y defiendan sus intereses, que busquen vías para su formación para conseguir trabajo normalizados en el futuro y que respeten el centro educativo al que traerán a sus hijas e hijos.

La educación, en un entorno de exclusión social, se vuelve más imprescindible para prevenir su marginación

Cuando hablo de mi colegio me gusta destacar la importancia de su nombre, ‘Manuel Pacheco, el de un poeta extremeño que regaló a los niños y niñas del centro un poema, que se guarda como un lema de educación activa: “Para leer hay que estar/ escribiendo lo que escriben/ si no lees con una llave/ nunca sabrás lo que dicen”. En esto se basa la educación, en dar llaves al alumnado, ayudándolo al desarrollo de sus competencias personales y sociales, motivándoles para que continúen su formación en la enseñanza secundaria. La educación, en un entorno de exclusión social, se vuelve más imprescindible para prevenir su marginación.

 

P.- Llegó a este centro en 1997 como maestra de Infantil y desde el curso 2004/2005 es su directora. Cuéntenos, ¿qué diferencia hay entre el colegio al que llegó hace 26 años y el que dejará en junio, cuando se jubile?

Nuestras puertas están siempre abiertas para motivar cambios en la educación y en las políticas educativas

R.- La barriada Suerte de Saavedra, donde su ubica el Colegio Manuel Pacheco, se convierte, a raíz de los realojos tras la riada de 1997, en una de las zonas más problemáticas de la ciudad de Badajoz, ya que la mayor parte de las familias viven en exclusión social, por ello nuestro colegio es un Centro de Atención Educativa Preferente.

Trabajar en este centro ha supuesto un fuerte reto a nivel personal y profesional, primero como docente y desde el año 2004 como directora. Nuestra prioridad ha sido luchar por una educación en la que la equidad, la inclusión, la democracia y la atención a la diversidad sea el mayor referente hacia las familias y alumnado.

Nunca me ha convencido el trabajar sólo de forma reglada normalizada. Considero que la innovación está ligada a la educación y que los docentes tienen la obligación de motivar la imaginación y la creatividad del alumnado, haciéndolos participes y principales protagonistas del hecho educativo.

Mi forma de hacer la educación ha generado grandes cambios en el centro y entorno, aportando a la barriada sus instalaciones: gimnasio, pistas deportivas, biblioteca…, dando mucha responsabilidad al profesorado para propiciar el trabajo coordinado y democrático, priorizando el pensamiento creativo e imaginativo del alumnado y el acercamiento de las familias al centro.

En estos años, además de las mejoras en las instalaciones del centro mencionadas anteriormente, tengo que destacar los implantación de programas educativos que han aportado innovación en la utilización de recursos didácticos y digitales desde las tutorías, los programas y proyectos Erasmus, la reforestación del entorno escolar, el Plan de Educación y Competencia Digital de Extremadura (INNOVATED), el programa de Consumo de frutas y verduras en la escuela, Leer en familia, Librarium, RadioEdu, Scholarium, la Red de Bibliotecas Escolares de Extremadura (REBEX), el Foros Nativos Digitales, Plan Portugal, el programa MUS-E, el Programa de Convivencia Escolar: Ayuda entre iguales y los Programa CAEP y PROA, entre otros.

Nuestra participación en todos estos programas ha contribuido al logro de nuestros retos. Desde el punto de vista cualitativo, hemos conseguido que los niños y niñas sean los protagonistas del “hecho educativo”, que se sientan a gusto en el colegio y que sean felices. Cuantitativamente, hemos conseguido mejores resultados educativos, mejorar la convivencia, disminuir el absentismo escolar y aumentar el número de alumnos que eligen nuestro colegio.

También hemos conseguido formar parte de la barriada de Suerte Saavedra de forma activa, mejorando el contexto y teniendo en cuenta las necesidades del entorno, motivando a la comunidad educativa con un trabajo unísono a través del Proceso Comunitario de Salud e implicando a las autoridades para que aporten ayuda y colaboren en la disminución de la problemática social, cultural y económica de las familias y ciudadanía.

Nuestras puertas están siempre abiertas para motivar cambios en la educación y en las políticas educativas.

 

P.- ¿Han sentido el apoyo de las instituciones y el reconocimiento por la labor realizada en el centro?

R.- Como he mencionado anteriormente, en el desarrollo de mi profesión docente he tenido el apoyo de las distintas instituciones.

En el CEIP Manuel Pacheco, la Consejería de Educación y Empleo nos ha tutelado y ayudado mucho, tanto en la adecuación de las instalaciones y la dotación de equipamiento, como he comentado antes, como en la concesión de los servicios educativos que hemos ido demandando, el más reciente el de las aulas para el alumnado de uno y dos años que tanto éxito está teniendo en nuestra comunidad educativa.

Pero nuestra labor también ha sido reconocida con la concesión de diversos premios. Nada más asumir el cargo de directora, el centro consiguió el premio de Fomento de la Lectura en Extremadura; posteriormente, en 2006/2007, presenté lo realizado en el centro en dos curso escolares y conseguimos tres premios del Ministerio de Educación y Ciencia: el de ‘Dinamización de las bibliotecas escolares’, el Premio ‘Marta Mata a la calidad de los centros educativos’ y el ‘Premio para centros escolares que desarrollen acciones que permitan compensar los efectos de situaciones de desventaja social para el logro de los objetivos de la educación y la formación’.

En 2008 nos concedieron el Premio para la ‘Panda del patio’, de la Obra Social de La Caixa, por un trabajo conjunto del Grupo Joven de Suerte de Saavedra y el colegio Manuel Pacheco, para fomentar valores entre los escolares y luchar contra el absentismo escolar.

En 2009 obtuvimos el Premio ‘Tomás García Verdejo a las buenas prácticas educativas’ por nuestro proyecto socio-sanitario ‘¡Avanzamos en salud!’.

Todos estos premios han revalorizado el trabajo realizado en el centro, dando visibilidad a la trayectoria educativa, y han supuesto el reconocimiento de toda la Comunidad Educativa en la búsqueda de metodologías innovadoras e inclusivas, experimentado nuevos enfoques, para la mejora de la práctica educativa.

 

P.- Dada su dilatada experiencia docente y en cargos directivos, habrá tenido muchas oportunidades para cambiar de centro o incluso trabajar en otros departamentos de la Consejería, ¿Cuáles son sus razones para haber permanecido en el Colegio de la barriada pacense Suerte de Saavedra?

El reto es conseguir que realicen al menos la enseñanza secundaria obligatoria, que puede que para muchos sea poco, pero para nuestros niños y niñas es mucho

R.- Como he dicho antes, comencé mi profesión como docente en la enseñanza privada, pero soy una gran defensora de la sanidad y educación pública y democrática.

Cuando aprobé las oposiciones trabajé un año en el CEIP Los Glacis, en Badajoz; otro en Valdebotoa, dos en Cheles y cinco en Valdelacalzada. Cuando me dieron plaza definitiva en el colegio Manuel Pacheco, pensé que estaría cinco años como máximo en cada centro, me gustan mucho los cambios; pero el CEIP Manuel Pacheco, sus niños y niñas, sus familias y su contexto me han cautivado.

No he podido irme de este colegio que acoge a una comunidad educativa maravillosa, en una barriada con muchas necesidades sociales, culturales y económicas.

Me encontré con un centro singular, cada centro tiene su singularidad, pero de forma especial un Centro de Atención Educativa Preferente como éste; por lo tanto, no se pueden implementar las mismas formas de trabajo en unos centros que en otros, debemos ser coherentes para atender las necesidades de unos niños y niñas que sufren unas desigualdades sociales severas.

Creo que mi aportación ha sido arriesgar en autonomía del centro, realizando cambios en las formas de hacer, adaptadas a las necesidades de nuestro alumnado, partiendo de un diagnóstico de la problemática existente en la barriada Suerte de Saavedra; programando antes de iniciar la implementación de metodologías y objetivos prioritarios a corto plazo, y pensando en resultados de éxito educativo a largo plazo.

Las políticas educativas deben propiciar la autonomía de los centros, metodologías y formas de hacer, hay que atender a la diversidad, tenemos que garantizar la inclusión y la democracia. Tenemos que pensar en ayudarles a ser personas que se sientan integradas en una sociedad, que se sientan felices y realizadas. 

Este reto de conseguir cambios y éxito educativo va de la mano de nuevas formas de hacer, de pensar, de implementar metodologías... El reto es conseguir que realicen al menos la enseñanza secundaria obligatoria, que puede que para muchos sea poco, pero para nuestros niños y niñas es mucho.

 

P.- En todo este tiempo ha embarcado a tu centro en muchos proyectos, sobre todo proyecto europeos. ¿Por qué has considerado tan importante que tu centro participe de este proceso de internacionalización que hace años emprendió la Educación extremeña?

R.- Mi vida está íntimamente ligada a la educación. Los proyectos europeos en los que hemos participado han sido imprescindibles para desarrollar mi función pedagógica y también social, ya que me han permitido adquirir competencias personales y profesionales que he transmitido a la Comunidad Educativa, consiguiendo avances en innovación y en las formas de hacer, con cambios sustanciales hacia la internacionalización del centro.

En un CAEP como este, nuestros niños y niñas no salen del contexto en el que habitan en toda su vida, un entorno que tiene un alto riesgo de exclusión social. Abrir nuestras puertas hacia otros centros europeos y nacionales ha supuesto ¡una revolución en éxito educativo e internacionalización! Gracias a los programas europeos, han conocido, de forma online, como viven y aprenden niños y niñas en otros lugares. Juntos hemos emprendido actuaciones que nos han permitido implementar metodologías activas, basadas en el aprendizaje por proyectos, hemos hecho exposiciones conjuntas, calendarios del año escolar con fotos de todos los países, elaboración de juegos similares con deportes que se realizan en los centros... 

Como docente y a nivel personal, Erasmus me ha transmitido coherencia hacia la verdadera innovación educativa, con nuevas "formas de hacer", creando lazos entrañables de trabajo y amistad con docentes de muchos lugares europeos.

Nuestro querido colegio público Manuel Pacheco se ha enriquecido del Programa Erasmus+, aumentando las expectativas de mejora de la práctica educativa. Los centros socios de Alemania, Bélgica, Bulgaria, Eslovaquia, Francia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Polonia, Portugal, Rumanía, Turquía… nos han ayudado a instaurar la internacionalización y la democracia hacia una ciudadanía europea sostenible, ahora mucho más cercana y necesaria.

Erasmus+ ha dado la oportunidad a nuestros niños y niñas de ser “protagonistas” y “visibilizar” la implementación de los proyectos: en la calle (mercadillos de Navidad y Feria del libro, difundiendo lo todo lo realizado), en RadioEdu, medios de comunicación y redes sociales, dando a conocer las acciones realizadas.

El impacto de los Proyectos Europeos en estos quince años ha sido amplio y continuado en el tiempo. Nos ha ido enriqueciendo desde diferentes acciones, que han mejorado notablemente nuestro centro educativo en aspectos curriculares y transversales, obteniendo del SEPIE (Servicio Español para la Internacionalización de la Educación), el ‘Reconocimiento a la Calidad de los proyectos Erasmus+ 2019 / Educación Escolar’.

Estos proyectos, que cuentan con una dotación económica, son como un premio para el centro, pues no sólo permiten realizar actividades con el alumnado, también el profesorado puede viajar para conocer otras formas de enseñar y recibir una formación mediante el intercambio de buenas prácticas con centros de otros países.

 

Maribel Rodríguez en las Jornadas Nacionales de Bibliotecas Escolares recoge una placa de la Secretaría General de Educación por su jubilación  y en reconocimiento de su labor en el impulso de la Bbilioteca inclusiva de su colegio.

P.- En las Jornadas Nacionales de Bibliotecas Escolares celebradas los pasados 7 y 8 de marzo presentaste la experiencia de vuestra Biblioteca Escolar. En una barriada con una población con bajos índices de lectura, ¿cómo habéis trabajado con el alumnado para fomentar su gusto por los libros?

R.- Iniciamos la Biblioteca Escolar Inclusiva en 2003/04 y esto supuso iniciar el proceso de transformación: espacios, horarios, actuaciones, metodologías...

Partimos de un diagnóstico de necesidades de nuestro alumnado y familias. Detectamos falta de acceso a libros, revistas, tebeos... y un escaso interés por la lectura. Los libros no son una prioridad en las casas, donde la estimulación hacia la lectura es inexistente. No hay librerías en el barrio, ni Biblioteca Pública. Las familias en muchos casos abandonaron temprano la Educación Primaria.

La Biblioteca Inclusiva se ha concebido y es un motor de transformación del centro. Siempre ha estado unida a los programas de la Consejería de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura (REBEX, Leer en Familia, Librarium, MUS-E...) y con los proyectos europeos Erasmus+ a través de la Agencia Nacional SEPIE (Servicio para la Internacionalización del Ministerio de Educación). 

Nuestras Prioridades han sido: incrementar estrategias de inclusión, equidad y atención a la diversidad e igualdad, con el objetivo de conseguir romper las barreras de exclusión social que sufre gran parte de nuestro alumnado, y abrir puertas hacia la formación formal e informal que les permita ser ciudadanos integrados en la vida normalizada. 

También hemos perseguido la transformación e integración digital en la práctica de la Biblioteca, concienciar sobre la participación democrática y la sostenibilidad ecológica, responsabilizando hacia el cuidado del medio ambiente. La inclusión se manifiesta en todas las acciones que implementamos.

Nuestra biblioteca inclusiva es un lugar de creación donde aprendemos a ser sostenibles dando vida y una función a lo que no se utiliza

La Biblioteca Escolar es el eje de todas las acciones. Nuestra biblioteca se convierte en un lugar de creación donde aprendemos a ser sostenibles dando vida y una función a lo que no se utiliza. De forma transversal, se realizan actividades también en la Actividad Formativa Complementaria ‘Fomento de la Lectura’, creamos cuentos de Edexlad, trabajamos de forma colaborativa, se fomenta el hábito lector, la inclusión y la atención a la diversidad, así como la igualdad de género, el bienestar emocional, la lectura fácil y los cuentos en lenguaje de signo. Participamos en los clubes de lectura de Librarium y en el programa Leer en Familia, y trabajamos la búsqueda de información.

P.- El CEIP Manuel Pacheco ha sido uno de los primeros centros adscritos a la Red de Bibliotecas Escolares de Extremadura gracias a su impulso como directora. Por ello, en la clausura de esas jornadas, la Consejería de Educación y Empleo le entregó una placa en reconocimiento de su labor de todos estos años, por su próxima jubilación y en representación de todos los docentes que día a día trabajan por hacer de sus bibliotecas escolares espacios centrales del proceso de aprendizaje. ¿Qué ha supuesto para usted este primer reconocimiento al que seguro están sumándose otros muchos?

R.-El reconocimiento ha sido inesperado y muy emotivo, lo agradezco mucho, pero verdaderamente creo que he estado haciendo mi trabajo durante estos años, un trabajo que ha sido muy motivador y en el que me lo he pasado muy bien. He tenido suerte de tener un trabajo que me ha enriquecido mucho y con el que he disfrutado en todo momento.

Haberlo recibido desde Bibliotecas Escolares me ha hecho sentir muy orgullosa. Ha sido muy importante para mí que me lo haya entregado Fran Amaya. El secretario general de Educación siempre se ha interesado mucho por nuestro centro y está muy pendiente del Proceso Comunitario de Salud que se desarrolla en la barriada.

También estoy muy agradecida a la Sección de Bibliotecas Escolares de la Consejería y, especialmente, a Casildo Macías que nos ayudó mucho cuando iniciamos nuestra biblioteca escolar. Su trabajo y constancia ha permitido avanzar en la REBEX y en el fomento de la lectura.

 

P.- De todos los proyectos que han desarrollado en el centro ¿Cuál destacaría? ¿Por qué?

R.- Los proyectos Erasmus+, tanto a nivel personal como a nivel del colegio. En lo personal, ha sido un lujo trabajar con tal diversidad de centro educativos en sociedades lejanas, pero muy cercanas. He experimentado con ilusión que se pueden conseguir grandes resultados con la implementación de proyectos europeos.

Para el colegio, los Erasmus+ han supuesto un enriquecimiento notable, pues ha permitido avanzar, buscar soluciones, innovar, y mejorar nuestra práctica educativa.

Nuestra trayectoria ha sido creciente y, gracias a ellos, el profesorado motivado solicita estar en nuestro centro, las familias están expectantes ante nuevas noticias y el centro ha ampliado horizontes

El impacto ha sido amplio y continuado en el tiempo. Nos ha ido enriqueciendo desde diferentes acciones, que han mejorado notablemente nuestro centro educativo en aspectos curriculares y transversales.

Cada nuevo proyecto nos hace crecer, mejorando la práctica educativa con la implementación de metodologías más participativas y democráticas y potenciando la ciudadanía activa en el ámbito de la educación. Como directora del centro, una de mis primeras decisiones fue instaurar la asociación transnacional.

P.- Usted es una mujer muy vitalista, comprometida y entregada a todo lo que emprendes; así que seguro que tiene ya proyectos en marcha para vivir una jubilación activa. ¿Cómo será tu vida fuera del aula?

R.- He cerrado mi vida profesional celebrando el Día de Europa 9 de mayo en una ‘Jornada Europea’ en Elvas, en colaboración con la asociación ARKUS de Portugal, a la que ha asistido gran parte de la comunidad educativa y docentes que han estado en el colegio en años anteriores.

Nuestro último reto en el colegio y en la barriada de Suerte de Saavedra está siendo empoderar a la ciudadanía (Proceso Comunitario de Salud) mediante la autogestión, en un contexto desfavorecido, para mejorar sus condiciones de vida. Para ello nos hemos asociado diferentes colectivos que trabajan en y para el barrio, para la cooperación y la innovación con el intercambio de buenas prácticas, para de forma conjunta realizar una intervención comunitaria en el contexto del centro y para conseguir resultados a largo plazo. Hemos hecho participes a las familias paliando la marginalidad y así regularizar la incorporación normalizada de nuestro alumnado a la sociedad, abriéndole puertas hacia su futuro personal y laboral.

Tras mi jubilación, espero continuar participando en Erasmus+ desde Adultos en Aprendizaje a lo largo de la Vida, mi idea es realizar proyectos en los que la cultura, la educación y la inclusión permitan mejoras sociales en la ciudadanía más desfavorecida, implementando acciones enfocadas a la formación transversal e informal, desde ‘Terra Asociación Ceramistas por la Inclusión y Sostenibilidad’ que recientemente hemos creado un grupo de incondicionales de la cerámica y de la educación.

 

P.- De no haber sido maestra, ¿Qué otra profesión le hubiese gustado ejercer?

Mi intención es continuar aprendiendo y enseñando como ceramista

P.- Comencé a estudiar magisterio por inercia familiar, aunque lo que me hubiera gustado era haber hecho Bellas Artes, pero éramos muchos hermanos. Como alternativa me matriculé en la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad de Badajoz, así inicié mi etapa creativa, conociendo y relacionándome con artistas y amigos a los que también les gusta la cultura, el teatro, la pintura, la escritura… entrando en círculos culturales de exposiciones, tertulias, actuaciones…

Ahora pienso que he sido más útil a la sociedad siendo maestra de Educación Infantil y Primaria, porque he podido transmitir a los niños y niñas la importancia de imaginar sus propias creaciones y arriesgar en comunicar pensamientos e ideas de forma representada en lo que nuestro cuerpo y mente quiere decir.

Cuando comencé como directora una solicitud muy emotiva fue el Programa MUS-E. Cuando lo conocí no podía creer que fuera posible, tener el arte en el colegio, con verdaderos artistas profesionales: danza clásica, flamenca, urbana… pintura, yoga, teatro… Nuestros niños y niñas se han convertido en artistas, no tienen miedo a actuar en público, hacen una inmersión en sus actuaciones conjuntas.

Como decía Yehudi Menuhin, su fundación fue creada en 1998 “con el deseo de que el arte y la cultura desempeñara un papel destacado en nuestra sociedad, como vehículo a favor de la convivencia el encuentro en la diversidad, en contra de todo tipo de actitud de falta de tolerancia, racismo y xenofobia, de cualquier tipo, defendiendo el trabajo desde las artes para favorecer inclusión socioeducativa de niños, niñas, adolescentes y jóvenes”.

Considero que el arte nos hace mejores personas, saca lo mejor de nosotros, une a la ciudadanía, nos hace protagonistas, nos hace felices, nos permite conseguir pequeños y grandes retos, así en el aula y en las actividades trasversales es necesario utilizar los diferentes lenguajes del arte. Mi intención es continuar aprendiendo y enseñando como ceramista.

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